domingo, 22 de febrero de 2015

Noche sin vela

Ayer ocupé la noche
en escribir un poema
con la tinta del insomnio.
y papel blanco de seda.


Intenté dibujarte de letras,
les gritaba a mis pinceles,
solo salieron contornos.


Y no pude recordarte

Marchabas por nuestro camino
transparente, sin memoria.


Entreveía por ti el horizonte.

No te ibas, solo andabas
entre piedras, musgo y jaras
para llegar hasta el mar
te volvías a momentos...
sin enseñarme la cara.


Pasabas por la estación del Olvido.

Allí los recuerdos giran,
todo se va y luego vuelve
como el mar en retirada
o muro de rompeolas,
ese que siempre rompe
la fuerza de todo huracán.


Allí viven circulos eternos
de pensamientos sin flores.
Infinitos, sin palabras.
Molinos de agua salada.
Trenes a nuestro interior
que pasan y nunca paran.


Todo incomprensible sin pies.
Hogueras de sentimientos.

Tengo mi almohada de arena
donde apoyo mi cabeza
para descansar en tu playa
pero se deshace sin sueño
y no duermo, no duermo...


A lo mejor ya mañana.

Imagen de internet







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